Cd. Delicias, Chih. 18 de marzo de 2024


La violencia jamás debe ser el camino porque en esa ruta, perdemos todos

Fecha/hora de publicación: 24 de junio de 2016 10:01:05

Por Ernesto Avilés Mercado:

La capitalización de un rencor en contra de Cesar Duarte, por las cientos de razones que todos conocemos, se alcanzó a ver solamente en una faceta, pero sin duda la más peligrosa: la que convoca a la violencia.

La desobediencia civil es una conocida forma de manifestarse en contra del orden establecido; la convocatoria al desorden y a violentar el estado de derecho, siempre será motivo de encono social y de observancia mundial, que polariza las posturas de la sociedad; unos a favor, y muchos más en contra.

Chihuahua no es ni con mucho Oaxaca, Michoacán o cualquier otro estado del Sur, incluyendo la ciudad de México, donde los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y grupos radicales, forman parte ya de la escenografía de esa parte de la República.

El movimiento de los maestros de Oaxaca, alcanzó el nivel que se pretendía con la muerte de varias personas, lo que motivo que se abrieran las puertas de Bucareli y el mismo secretario de Gobernación Osorio Chong, -ya sin Manlio en el PRI-, iniciara el dialogo que solamente terminará con una postura de recular por parte del Gobierno Federal, respecto de las prebendas y canonjías que se tenían por parte de la famosa sección 22 del CNTE.

Eso no va a pasar y la lucha continuará, con la pretensión de exportar los enfrentamientos a otras entidades como Chihuahua.

Cesar Duarte ha sido incapaz de hacer una política acorde a las nuevas circunstancias; de escuchar y dialogar, de reconocer y delegar funciones y responsabilidades. Heredero de una formación prehistórica, Duarte se siente el salvador, pero no es así, jamás lo ha sido, el solamente hizo lo que tenía que hacer, pero se creyó lo de salvador y actuó en consecuencia.

Duarte exigió mucho de sus funcionarios, pero jamás los supervisó adecuadamente y muchos de ellos, sin conocer el tiempo exacto que les quedaba en la nómina, actuaron por cuenta propia y probablemente desviaron recursos y fueron corruptos.

El pleito con Reyes Baeza, ni lo ganó, ni lo perdió, porque quienes verdaderamente sufrieron la derrota, fuimos los propios ciudadanos.

El caos que se presenta día con día con el transporte urbano, no es solamente cuestión política, sino de derecho humano, porque miles de personas lo requieren para trasladarse a sus trabajos y regresar a sus hogares y la incapacidad de Duarte para solucionar el conflicto que tiene con los concesionarios y los choferes, no se ha solucionado.

El problema es de actitud, porque Cesar Duarte pensó que con alzar la voz y amenazarlos con retirarles las concesiones, el pulpo camionero doblaría sus tentáculos, pero le tomaron la medida, porque solamente han quedado en declaraciones en los medios y para ellos, ni siquiera una sanción administrativa.

El Vivebus nació mal y requiere cirugía mayor, pero no podrán alcanzarse soluciones en este gobierno, y para Javier Corral el problema sigue, porque ahora se enfrentará no solamente a un grupo organizado de concesionarios y choferes que reclaman alza de tarifas, reparto de los ingresos, cobros en efectivo y manejo operativo de la empresa que controla el sistema de transporte, sino principalmente a una ciudadanía que le creyó que solucionaría este grave problema y que cualquier decisión que tome, será apoyada socialmente, porque ese cáncer en la administración ha crecido y amenaza la vida de todo el Gobierno; de tal forma que su extirpación será necesaria.

La expresión de que el Gobierno del estado está quebrado y carece de recursos para solventar sus necesidades más apremiantes, pareciera una gran mentira, pero nadie hasta el momento la ha rechazado y el tema del incremento de la deuda se advierte como la salida única para asegurar la viabilidad de los procesos institucionales.

A la mitad del año, se terminaron los recursos que estaban presupuestados para ejercerse hasta Diciembre; la Fiscalía del Estado zona centro, presenta un déficit de un 80% de agentes del Ministerio Público; es decir, solo cuenta con un 20% de personal para realizar el trabajo de todos; humanamente imposible para los abogados Ministeriales, el mantener cerca de 1900 carpetas que en promedio les tienen asignadas, sin contar que desde campaña de Cesar Duarte, se había comprometido a equipararles el salario con los defensores públicos.

No hace mucho, el gobernador electo Javier Corral, declaró que el Director de la Policía Estatal Única Pablo Ernesto Rocha Acosta, otorgaba protección a un narcotraficante, sin que esta declaración fuera acompañada de una denuncia o un compromiso por hacerla una vez que tome posesión del cargo.

Expresiones como esta, al igual que el llamado para tomar el palacio de Gobierno, no abonan para nada a la solución de todos los problemas; considero irresponsable el llamar a enfrentamientos porque nadie puede adelantar lo que puede pasar, como se pudo advertir con el conflicto del miércoles.

El ejercitar acción penal en contra de los jóvenes que realizaron actos vandálicos y que tendrán que enfrentar un proceso que los puede marcar de por vida, es la consecuencia de un llamado irresponsable de parte de los organizadores a la toma de gobierno; lo menos que pueden hacer es responder como deudores solidarios de los daños, o brindarles la asesoría que requieren para que puedan eventualmente salir lo mejor librados de esta causa penal.

Chihuahua reclama hoy más que nunca resultados y transparencia, pero el gran reto es que se presenten en un clima de paz y tranquilidad para todos, que no tengamos que enfrentarnos los propios ciudadanos, mientras que los políticos se quedan como espectadores...

Ojalá y la cordura llegue a los dirigentes y el poder que se dice pueda ser utilizado para servir, se ponga en práctica desde este momento y no genere enfrentamientos y violencia, que es lo menos necesitamos (NETOAVILES@GMAIL.COM)

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