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Gabinete empresarial

Fecha/hora de publicación: 22 de abril de 2017 21:56:28

El cargo de Gobernador del Estado, para quienes no cuentan con la capacidad para ejercerlo, siempre les acarrea problemas en el corto, mediano y largo plazo.

Si de por si es difícil aceptar los errores personales cuando se presentan, mayormente cuando éstos se hacen públicos.

Javier Corral Jurado está intentando gobernar al estado, pero no puede, primero porque no ha entendido que lo que diga como representante de la entidad, tiene repercusiones en todos los ámbitos y que no puede decir lo que asegura no haber dicho, cuando todo cuanto afirma, es registrado en audio y video.

El compromiso con quien le financio su campaña electoral como candidato, lo quiere ahora pagar como gobernador, desviando recursos públicos para construir el mejor estadio de futbol del norte del país, cuando el mismo asegura que el gobierno del Estado está quebrado y que se debe priorizar el gasto público, pero le gana la soberbia al pensar sin decirlo: ¿Cómo que nomás Cesar Duarte construyó un estadio deportivo en Juárez?

En su escala de prioridades no está el mejoramiento del Poder Judicial, ni el hacer justicia salarial con los agentes del Ministerio Público en la Fiscalía, ni mucho menos el surtir de medicina a los hospitales, incluso no lleva prisa en cumplir con su compromiso de encarcelar a Cesar Duarte y como él ha llamado, a su camarilla de cómplices.

Para Corral el Gobernador, lo verdaderamente importante es que los legisladores locales le aprueben todas sus iniciativas, sean presentadas por la vida institucional o planteadas desde la coordinación o la secretaria general de gobierno, olvidándose que es otro poder y que cuando menos merece respeto, porque si bien el gano las elecciones para gobernador, los diputados panistas, también alcanzaron sus triunfos sobre la base de su propio trabajo y no le deben absolutamente nada por sus cargos.

El mejor ejemplo de gobierno que ha tenido es el más cercano, el que protagonizó Cesar Duarte y es el que pretende superar.

Para Javier Corral, los poderes Legislativo y Judicial, son solo extensiones del Ejecutivo, donde se deben de acatar las órdenes que se les presentan, sin el más mínimo recato, y sin respetar la autonomía, ni mucho menos las formas.

El nombramiento del Auditor Superior del Estado, que le correspondió al Congreso dentro de sus facultades y que tendrá la responsabilidad de vigilar la correcta aplicación de alrededor de 60 mil millones de pesos, generó una actitud rabiosa de Javier Corral, porque no fue el que había ordenado fuera electo, y en venganza se ha negado ordenar la publicación de su nombramiento en el periódico oficial del Estado, y a toda costa pretende que el cargo sea ocupado por quien aceptó ser subordinado del Secretario de Hacienda; es decir, se busca que el responsable de vigilar la correcta aplicación de los recursos, se considere también como lacayo de Javier Corral.

Los juzgados familiares en el Poder Judicial están saturados y las audiencias se están programando hasta el mes de diciembre, cuando ni siquiera estamos a la mitad del año, pero se dice que no hay recursos para abrir nuevos tribunales, pero además se ha suspendido el nombramiento de jueces de primera instancia, también porque no hay recursos.

En contraste, el titular de la secretaria de salud Ernesto Ávila, autoriza bonos por dos millones de pesos para él y sus subalternos, por la eficiente labor que ha desarrollado con apenas tres meses de trabajo, diciendo que simplemente se dejó llevar, argumento semejante al que expresara Javier Duarte el ex gobernador de Veracruz cuando fue detenido en Guatemala.

Mientras tanto en los hospitales públicos de la ciudad, además de carecer de lo más elemental para atender a la población enferma, como son gasas, vendas, material quirúrgico y medicinas, los salarios de los médicos, enfermeras, auxiliares y personal de apoyo, permanecen fijos, porque a ellos jamás les llegan los Bonos que repartió Ernesto Ávila sólo a los integrantes de su primer círculo.

Uno de los problemas más graves que tiene Javier Corral el Gobernador es que en su gabinete no hay perfil de servidores públicos, sino de empresarios, que visualizan su cargo en el gobierno como un negocio que debe ser redituable para ellos; es decir, que les represente ganancias reales y no solamente el salario que se reciba quincenalmente.

El doctor Ernesto Ávila es un extraordinario profesional de la medicina, que prestaba sus servicios en el mejor hospital de la ciudad y que sus ingresos, rebasaban y por mucho, lo que ahora recibe como salario, incluyendo el bono que dicen, ya regreso.

Es lamentable que tenga que renunciar, porque se pierde a un buen negociador que le permitió hacer ahorros importantes a la secretaria de salud, porque su salida debe ser una muestra de la congruencia que busca tener el gobernador Javier Corral, cuando se comprometió en su discurso de toma de posesión, afirmando que no aceptaría ningún acto de corrupción de cualquiera de sus funcionarios, aún los más allegados, porque de no hacerlo, es más que claro su razón para no reconocer el nombramiento del auditor y dejar en el cargo a un cómplice que le permita cubrir todo su cochinero, que a tres meses de iniciar su gobierno, ya comenzó a organizar.

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